El misterio pascual: la pasión muerte y resurrección
del Señor Jesús, contemplado en el designio salvador de Dios, había sido
anunciado antes en la Escritura como un misterio de redención universal, que
libera al hombre de la esclavitud del pecado. Cristo ha muerto por nuestros
pecados según las escrituras.
La reflexión o los estudios sobre estos
acontecimientos fundamentales para
nuestra fe, han suscitado una serie de opiniones muchas de ellas de
acuerdo a la doctrina cristiana y otras en contra de ella.
Algunas aproximaciones erradas sobre estos misterios
tienen como base la concepción que tienen de Dios: castigador, legislador,
indiferente a las realidades humanas. Si partimos de esta aproximación es
lógico que nuestra mirada de la entrega amorosa y la fuerza de la resurrección
de Jesús no nos lleven a una comprensión honda de estos misterios y sus
consecuencias.
La Encarnación del Hijo de Dios, su presencia en
nuestra historia y su entrega por la humanidad, contradicen estas visiones
erradas pues vemos que Dios, que por amor creo al hombre, por amor decide salvarlo para siempre del
pecado. La escritura nos dice: Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo unigénito, para que todo el que crea
en El no perezca, sino que tenga vida
eterna (Jn. 3,16).
El Señor que sabía
desde el inicio su misión, manifestó a lo largo de su vida pública el plan
salvífico de su Padre, manifestó el verdadero rostro de Dios, El que es Dios,
nos reveló el actuar de Dios, su ternura,
su misericordia y bondad para con todos los hombres, dio un sentido
redentor al dolor, asumió en todo nuestra humanidad para poder reconciliarla.
La entrega
de Jesús en la cruz, no fue el final de su misión, Dios no podía quedar sepultado,
vencido por la muerte. La Resurrección, es el gran acontecimiento que muestra el
triunfo del amor, es un acontecimiento real, que tuvo manifestaciones
históricas comprobadas como lo atestigua el Nuevo Testamento (1cor 15, 3-4), no
es un mito, la tumba vacía es un primer elemento, junto a las apariciones que
hizo el Señor a sus discípulos quienes, después de una prueba explicita como en el caso
de Tomás, aceptaron con fe esta gran Noticia.
La resurrección nos llena de esperanza, nuestra vida
es iluminada por este acontecimiento, nos hace fuertes, nos ayuda a ver nuestra
realidad y vivirla cada día con una mirada de Dios, de eternidad.
El Señor Jesús es modelo para nosotros nos muestra con
toda su vida el valor del amor, su ternura, la solidaridad con los demás y la esperanza,
ser hombres de esperanza para este mundo que tanto lo necesita, ser portadores
de esta gran Noticia.
La Resurrección de Cristo ilumina
con una luz nueva estas realidades cotidianas ¡la Resurrección de Cristo es
nuestra fuerza!
SS Francisco